miércoles, junio 28, 2006

Superar los dualismos o el arte de pensar en colores

¿Ha pensado alguna vez cómo sería vivir en un mundo en blanco y negro? Probablemente un poco aburrido, sobre todo si pensamos que precisamente la visión es el sentido en que más se fundamenta nuestra relación con el mundo que nos rodea. Por suerte y a diferencia de prácticamente todos los demás seres vivos, el ser humano puede distinguir una amplia gama cromática que llena de atractivos matices los escenarios en que habitamos.

Pese a esta riqueza, estamos acostumbrados a pensar el mundo en blanco y negro, como si fuera una gran cadena de opuestos entre los que hay optar continuamente a lo largo de la vida. Algunos de ellos están íntimamente vinculados a cómo entendemos el mundo, al ser humano en general y a nosotros mismos, en particular.

Durante siglos, pensar de esta manera ha posibilitado la creación de innumerables y valiosos conocimientos y formas de entender el mundo, de organizarlo y de establecer relaciones entre unas cosas y otras, entre personas y sociedades… lamentablemente relaciones de contradicción.

Bien-mal, norte-sur, cuerpo-espíritu, hombre-mujer, hombre-máquina, civilización-barbarie, oriente-occidente, individual-social, derecha-izquierda, paz-guerra, ciencia-arte, etc.

Estas son sólo algunas de las manifestaciones de este pensamiento dualista, cada uno de los cuales tiene sus respectivas consecuencias en los ámbitos en los que cada uno se mueve, tanto a nivel de las ideas como de lo material.

En el ámbito de la ética, el dualismo tuvo su mayor expresión en el maniqueísmo, pensamiento originario de la secta persa de los maniqueos, (siglo III d.C.), según la cual existe una eterna lucha entre el bien y el mal, entre Dios -creador de todo lo bueno- y Satanás -creador de todo lo malo (http://es.wikipedia.org/wiki/Manique%C3%ADsmo).

Algunos sostienen que pensar de manera dualista es una forma simplista de explicar el mundo, es conformarse con las categorías y explicaciones heredadas y no cuestionarse respecto de otros posibles significados que surgen desde otras ópticas. Así lo afirma el artista Thomas Charveriat, (fotógrafo y máster en artes digitales) en su «Machine Manifiesto» (http://www.m5project.com/HTML/44_MachineManifesto(S1).html) donde pretende hacer una «crítica irónica de todo pensamiento simplista y dual de tipo “el bien opuesto al mal”», tan común en la sociedad occidental, para lo cual recurre a una performance en que combina imagen, sonido, y diversos objetos tecnológicos que interpelan e interactúan con el espectador.

Una variante del pensamiento dualista es la que habita en la filosofía oriental, que si bien reconoce la existencia de dos fuerzas contrapuestas, éstas están íntimamente unidas, son inseparables, y no tienden a la eliminación una de la otra, sino a la complementariedad. Es lo en la filosofía oriental antigua se denomina el Ying y el Yang (http://es.wikipedia.org/wiki/Yin_y_yang), o lo que los aztecas denominaban Ometéotl (http://es.wikipedia.org/wiki/Ometeotl). En ambos casos se trataría más de una idea de coexistencia, que de supremacía de uno sobre otro.

Hacia la complejidad

Sin embargo, este mismo conocimiento, desde hace unas décadas llegó a la conclusión de que este pensamiento dualista se queda corto a la hora de dar cuenta de la complejidad de los procesos y situaciones que ocurren en nuestro entorno.

Este cambio de paradigma fue posible gracias al aporte de Edgar Morin (http://www.infoamerica.org/teoria/morin1.htm), pensador francés que introdujo el paradigma de la complejidad (http://www.uhu.es/agora/digital/numeros/06/06-articulos/monografico/pdf_6/clara_romero.pdf) para decir lo que distintas áreas del conocimiento venían constatando desde hace tiempo: que la realidad no es una sola y objetiva, sino que varía dependiendo del observador y de una infinidad de factores que en ella se articulan.

En el trasfondo de esta perspectiva habita un antiguo debate respecto de cómo el ser humano accede al mundo «real», material, a las cosas que se pueden percibir a través de los 5 sentidos, debate en que la filosofía, la psicología, la física, la biología, la lingüística han visto reconfigurados sus argumentos dando un salto cualitativo que –en suma- ha configurado este cambio de paradigma.

Una de las consecuencias de incorporar la perspectiva de la complejidad en la forma de entender el mundo es el cada vez más creciente interés que han demostrado las ciencias desde hace unos años, por combinar conocimientos diferentes, para conseguir una mirada más completa y compleja de las cosas. Es la llamada (inter/multi/trans)displinariedad, que hoy constituye un valor profesional en el mercado laboral.

De tal forma que hoy, decir que algo es «complejo» no significa que sea complicado o difícil de entender, no tiene un sentido negativo, sino más bien expresa su carácter multidimensional, que puede ser «leído» o interpretado desde disciplinas (o conocimientos, o enfoques, o perspectivas) diferentes.

En esta misma galaxia de pensamiento, la bióloga estadounidense, Donna Haraway propone el concepto de articulación (1995) como característica ontológica (del ser) tanto del individuo como de la sociedad, según la cual, tanto uno como la otra son resultado de una infinidad de elementos (historias, cuerpos, creencias, tecnologías, deseos, objetos, conocimientos, lenguajes, miedos, etc.) que interactúan en un momento y lugar determinado.

Desde esta perspectiva, las posibilidades de conexión entre estos elementos son infinitas, lo cual supone un canto a la diversidad y el reconocimiento de la importancia de las múltiples relaciones que las conectan.

Entender el mundo de esta manera (articulatoria, compleja) tiene enormes repercusiones en todos los planos de los individual y lo social; sobre todo a la hora de explicar(nos) el comportamiento de determinadas personas o colectivos involucrados en situaciones problemáticas en las que se ponen en juego valores o creencias y para las cuales el pensamiento dualista se queda corto. En cualquier caso, se trata de incorporar o considerar más variables en el análisis de las personas, las cosas, los grupos y los procesos, se trata de no dar crédito a los prejuicios o lugares comunes aprendidos, sino de intentar traspasarlos para construir comprensiones más integradas y menos autocomplacientes; más realistas y menos míticas.

Pero esta actitud de cuestionamiento y curiosidad no es natural, sino que debe ser formada; de ahí que el rol del educador adquiere una importancia vital. Por eso Edgar Morin le pide a la educación que «forme un observador-creador con sabiduría para observar; un observador con mirada más que tridimensional; un observador con conciencia de su condición humana, de su ecología y su cultura; un observador que devele los secretos en su complejidad, que descubra esencias y manifestaciones; en fin, un observador que sólo cuenta con una certeza: la de la incertidumbre racional…» (http://www.universia.net.co/docentes/
articulosdeeducacionsuperior/laeducaciondelfuturoe.morin,
unescenarioglobal,garciamarquez,unescenariolocal6.html).

Páginas de interés

René Descartes. Filósofo y matemático francés (1596-1650). Autor de «El Discurso del método» y «El tratado del hombre», origen del dualismo antropológico que considera el cuerpo humano como una máquina: http://www.termila.com/Termila10/notasboletin10.html
«El origen del dualismo se pierde en la noche de los tiempos, el hombre observo la paridad de la naturaleza como, día noche, hombre-mujer o yin -yang. Así lo señala Octavio Paz: "Los antiguos chinos veían al universo como la cíclica combinación de dos ritmos: "Una vez Yin - otra vez Yang: eso es el Tao"»: http://expertos.monografias.com/home.asp?tip=usu&id=5&item=pregunta&id_item=220789&idr=168451
«¿Nuevas tecnologías, viejos dualismos? Reflexiones sobre el cuerpo y la diferencia sexual en la tecnocultura», de Aránzazu Hernández Piñero: http://www.uibcongres.org/congresos/ponencia.en.html?cc=68&mes=33&ordpon=18
El dualismo es un sistema filosófico contrario al monismo que predica la existencia de dos sustancias primarias; la generalización del dualismo da lugar al pluralismo, el cual sostiene que las sustancias primarias o básicas son múltiples: http://es.wikipedia.org/wiki/Dualismo